About quarter of the population in Latin America and the Caribbean is between 15-29 years old. This could mean a positive outlook for the Latin American economy as there is a larger work force, but unfortunately over one-fifth of people within this age group are unemployed. In order to foster a sustainable growth within the economy, countries in Latin America must take significant actions to promote and encourage entrepreneurship, which will in turn stimulate the need for skilled and unskilled domestic labor.

Over the last 15 years, Latin America has made significant strides towards progress in many economic aspects. Poverty has significantly decreased, the middle class has grown exponentially and education has improved. However, due to the decrease in commodity prices, many countries’ domestic exports have suffered the consequences. To stay relevant internationally as an exporter, and to foster long-term sustainable and inclusive growth- countries must begin to encourage entrepreneurship in millennials. Encouraging entrepreneurship can allow countries in need of innovation to thrive and depend less on imports.

To evaluate the factors in entrepreneurship that Latin America falls short in, we will consider the Entrepreneur Framework Conditions defined by the Latin American and Caribbean Regional report of the Global Enterprise Monitor. Through the overall consideration of all factors, the report states that Latin American countries currently fall into the “low-level” performance category for entrepreneurship.

To evaluate these factors, we will discuss the Entrepreneur Framework Conditions defined by the Latin America and Caribbean Regional Report of the Global Entrepreneurship Monitor. These conditions are factors that foster entrepreneurship throughout the entire process. According to the report, Latin American countries currently fall into the low-level performance category for entrepreneurship. However, there are many differences of scores in each category for each country.

For instance, in terms of physical infrastructure the region scored relatively high, with countries such as Chile, Ecuador and Panama leading the way.

On the other hand, some of the weakest frameworks were the most essential to entrepreneurship- education and financing. In terms of grade school level entrepreneurship education, Latin America has an average rating of 2.5 out of nine. This is especially impactful because the entrepreneurial mindset is not being instilled or encouraged in children at a young age. However, at the university level there is a significant presence of entrepreneurial education. In terms of financing, most Latin American entrepreneurs finance their business informally, through gifts or loans of relatives and friends. With the exception of Chile and Uruguay, public subsidies or any type of government help is not a viable option for entrepreneurs. This has decreased social mobility for entrepreneurs because they rely on their connections, which they usually lack if they come from an underprivileged home.

The biggest facilitator in this scenario is the government, as they are able to create an environment that can foster entrepreneurship through increased grade school level entrepreneurship education, tax-cuts and subsidized loans. In terms of changes in entrepreneurship education, it seems as if it is not currently a priority for public schools around Latin America. However, governments have begun to do their part to facilitate financing for entrepreneurs. Through the establishment of co-working spaces, tax-cuts and some personal loans- there is significant progress being made in the region.

Additionally, the attitude in Latin America regarding entrepreneurship has changed, as acceptable careers are no longer just law and medicine. People now realize the value that entrepreneurship brings society and the economy, and are more accepting of entrepreneurship as a career choice.

As leaders of the United Nations Development Program and International Labor Organization said, “Youth should be seen as one of the most valuable parts of the current human and social capital in the region, as subjects and relevant stakeholders, as a strategic and essential factor for sustainable development and for the progress towards a more just and inclusive Latin America and Caribbean, in which no one is left behind.... For youth the future begins and is built every day.”

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El espíritu empresarial en América Latina: Capa­citación de los jóvenes

Alrededor de un cuarto de la población de América Latina y el Caribe tiene entre 15 y 29 años de edad. Esto podría significar una perspectiva positiva para la economía latinoamericana, ya que hay una cantidad más grande de trabajadores habiles, pero desafortunadamente más de una quinta parte de las personas dentro de este grupo de edad están desempleados. Con el fin de fomentar un crecimiento sostenible dentro de la economía, los países latinoamericanos deben tomar medidas para promover y fomentar el espíritu empresarial, lo que a su vez estimulará la necesidad del mercado laboral.

En los últimos 15 años, América Latina ha avanzado considerablemente hacia el progreso en muchos aspectos económicos. La pobreza ha disminuido significativamente, la clase media ha crecido exponencialmente y la educación ha mejorado. Sin embargo, debido a la disminución de los precios de las materias primas, las exportaciones nacionales de muchos países han sufrido las consecuencias. Para seguir siendo internacionalmente relevante como exportador y para fomentar un crecimiento sostenible a largo plazo, los países latinoamericanos deben comenzar a fomentar el espíritu empresarial en los milenios. El espíritu empresarial puede permitir que los países que necesitan innovación prosperen y dependan menos de las importaciones.

Para evaluar los factores de emprendimiento en los que se encuentra América Latina, consideraremos las Condiciones Marco del Emprendedor definidas por el Informe Regional Latinoamericano y del Caribe del Monitor Global de Empresas. A través de la consideración general de todos los factores, el informe señala que los países latinoamericanos actualmente caen en la categoría de desempeño de „bajo nivel“ para el emprendimiento.

Para evaluar estos factores, analizaremos las Condiciones Marco del Emprendedor definidas por el Informe Regional de América Latina y el Caribe del Monitor Global de Emprendimiento. Estas condiciones son factores que fomentan el espíritu empresarial a lo largo de todo el proceso. Según el informe, actualmente los países latinoamericanos pertenecen a la categoría de bajo nivel de desempeño empresarial. Sin embargo, hay muchas diferencias en las puntuaciones de cada categoría para cada país.

Por ejemplo, en términos de infraestructura física, la región obtuvo calificaciones relativamente altas, con países como Chile, Ecuador y Panamá liderando el camino.

Por otra parte, algunas de las categorías más débiles son los más esenciales para el espíritu empresarial: la educación y la financiación. En cuanto a la educación de el espíritu empresarial a nivel de escuela primaria y secundaria, América Latina tiene una calificación promedio de 2,5 sobre nueve. Esto es especialmente impactante porque la mentalidad empresarial no está siendo inculcada en los niños a una edad temprana. Sin embargo, a nivel universitario hay una presencia significativa de la educación empresarial. En términos de financiamiento, la mayoría de los empresarios latinoamericanos financian su negocio informalmente, a través de regalos o préstamos de familiares y amigos. Con la excepción de Chile y Uruguay, las subvenciones públicas o cualquier tipo de ayuda gubernamental no es una opción viable para los empresarios. Esto ha disminuido la movilidad social de los empresarios porque dependen de sus conexiones, que generalmente carecen si vienen de un hogar desfavorecido.

El mayor facilitador en este escenario es el gobierno, ya que es capaz de crear un ambiente que puede fomentar el espíritu emprendedor a través del aumento de educación a nivel escolar, la reducción de impuestos y los préstamos subsidiados. En cuanto a los cambios en la educación emprendedora, parece que actualmente no es una prioridad para las escuelas públicas de América Latina. Sin embargo, los gobiernos han comenzado a hacer su parte para facilitar el financiamiento para los empresarios. Mediante el establecimiento de espacios de trabajo en común, recortes de impuestos y algunos préstamos personales, se están logrando avances significativos en la región.

Adicionalmente, la actitud en América Latina en relación con el espíritu empresarial ha cambiado, ya que las carreras aceptables ya no son sólo la ley y la medicina. La gente ahora se da cuenta del valor que el espíritu emprendedor aporta a la sociedad y a la economía, y acepta más el ser emprendedor como una opción de carrera.

Como dijeron los líderes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y de la Organización Internacional del Trabajo, „La juventud debe ser vista como una de las partes más valiosas del actual capital humano y social de la región, como sujetos y actores relevantes, como un factor estratégico y esencial para el desarrollo sostenible y el progreso hacia una América Latina y el Caribe más justa e inclusiva, en la que nadie quede atrás ... Para la juventud el futuro comienza ya y se construye todos los días.“